domingo, 30 de octubre de 2016

Sergio Antonio Chiappe Riaño. Los poemas



Mi cuerpo

Mi cuerpo inanimado,
irremediablemente roto
yace otra vez en una habitación oscura.

Bajo las cicatrices
siempre la herida,
las flores muertas.

A veces la esperanza es un cruel regalo.

A este cuerpo mío deberían quemarlo
y con las cenizas
alimentar la noche. 



Las penas

Las penas se tienden al sol,
en las cuerdas del patio de atrás
bajo la sombra del Guayabo.

Lloramos a puerta cerrada,
en silencio
para no molestar a los muertos.

Al decantar la vida
las penas se asientan en el fondo;
pequeñas,
dóciles,

ahora les tomamos cariño. 


Mi conciencia

                                                     “El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”
                                                                                              Jean-Jacques Rousseau

Mi conciencia está ciega,
le sacaron los ojos
muda,
su lengua cortaron
devastada,
como el parque de la infancia al que jamás volví.

Mi conciencia es el esqueleto
de un pájaro deforme que llevo a rastras,
es aire muerto en los pulmones.

Un hombre sin luz
calza mis zapatos.



El mal

El mal se arrastra entre las sombras,
aguarda con obscenidad
que los ángeles caigan.

Ya no hay días felices;
el silencio empuja la rueda
el miedo mece los columpios

el viento gime sobre las flores desgarradas.

Los domingos
el demonio reza ante la mirada imperturbable de Dios,
bajo la casulla consagra hostias.



Ventanas

Hay ventanas que abro a la noche,
ella entra y se acuesta a mi costado. 

Hay ventanas rotas,
cuando intento cerrarlas hieren mis manos

otras son azotadas por el viento.

En algunas siempre llueve.

Las hay sin paisaje, sin vista,
son para ojos ciegos.

En lo profundo de la casa
las ventanas son más pequeñas y claras
allí, suelo encontrarme con Dios.




Convivencia

Hemos convivido demasiado tiempo
mis fantasmas y yo

nos acostumbramos al frío,
a las sombras agazapadas en los rincones,
al filo del silencio en la garganta,
a los ojos muertos mirando desde los retratos.

Nos acostumbramos a vestirnos y salir a la calle,
sonreír a los amigos,
aparentar que somos felices.

Hemos convivido tanto tiempo
qué ya no sabemos 
quién es el muerto en esta casa.




Inocencia

Siempre quise creer
que los peces
inventaron los ríos.

Epitafio

Te prevengo:

Bajo la tierra oscura,
en la soledad de la muerte
la nostalgia también abre heridas.




Claroscuro


Me va gustar este lugar,

en la colina levantaré mi casa de tierra negra,
sembraré un árbol en los linderos del patio,
cuando crezca lo justo 
me dará sombra en el tiempo del silencio.

Con mi silueta jugaremos a las adivinanzas;
quién es el río,
quién la barca.

Un eco de campanas anunciará el ocaso,
la estación del claroscuro.

Me va gustar este lugar,

el viento roza las espigas con sus guantes blancos.

                                                      Sergio Antonio Chiappe Riaño 

Sergio Antonio Chiappe Riaño. La entrevista


"Desde una llaga existencial, a contraluz, Sergio Antonio Chiappe (Bogotá, 1972) va sembrando una lluvia fina sobre el territorio de la poesía. Como fotógrafo, sabe que el ejercicio de mirar el mundo debe ser honesto e insondable"

                                                                                                                                 La Raíz Invertida.


Bienvenidos a Claroscuro.



*¿Qué es poesía?

La poesía es creación, transformar la realidad por medio de las palabras, una manera de mirar el mundo, de ser y de reconocerse.

Me identifico con las palabras de Octavio Paz definiendo la poesía: "Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro"


*¿Cómo defino mi poesía?

Escribo con palabras sencillas, comunes. Considero que elaboro imágenes que el lector complementa y le da su propio sentido y significado. Entre el lector y yo construimos el poema.


*¿Cómo fue mi encuentro con la poesía?

Escuchando a mi abuela materna Mauricia. Ella nos dormía contándonos sus historias, siempre llenas de creatividad. Cuentos ricos en imágenes y expresiones. Ella sembró la semilla. Así nació mi interés por la poesía. 


*¿Qué busco en la poesía?

Explicar el mundo. Obtener respuestas. Con ella existo, siembro árboles, construyo nidos. 


*¿Qué encontré en la poesía?

La poesía siempre es descubrimiento.


*¿A dónde me lleva la poesía?

A conocer otras perspectivas, compartir los frutos de la poesía sin egoísmo alguno. 


*¿Qué palabra o qué palabras son recurrentes en mi poesía?

Por lo general cada poeta se familiariza y forma vínculos con un grupo de palabras.

Me gustan la palabra viento, la palabra tierra, la palabra lluvia.



*¿Cómo es mi proceso de creación literaria?

Parto de imágenes, voy escribiendo una serie de ideas, las dejo decantar y luego como si armara un rompecabezas voy acoplándolas. Depuro mucho, hago varias versiones del mismo poema hasta sentirme más o menos satisfecho con el resultado.


*¿Qué lecturas recomiendo?

Todo libro o texto que llega a nuestras manos es útil. La pericia del lector está en extraer lo bueno, lo importante. Pienso que ese ejercicio dura toda la vida. 
En lo personal me gusta la ciencia, la historia y por supuesto la poesía.

 En cuanto a poetas, hay muchos y muy buenos; recomiendo la lectura de Octavio Paz, Hugo Mujica, Georg Trakl, Mary Oliver. 

Cito un verso de Mary Oliver que me gusta mucho y con el cual me identifico:

 " Cuarenta años
las hojas de papel en blanco
pasaron por mis manos y traté
de mejorar su vacío"


*¿Cuál es la razón de ser de Claroscuro?

Simple. Quiero acercarme a mis amigos, que además de ser buenos y esmerados poetas, son personas, que como uno tienen una historia, una motivación que los llevó a reconocerse y dejar ver su luz a través de la poesía. Por motivos de tiempo, distancia, confianza no había podido acercarme a muchos de ellos y Claroscuro me abrió esa posibilidad. Ha sido una gran experiencia.


*¿Hacia dónde va la poesía?

Es tan libre que va a donde quiera ir. Pienso que siempre estará dándole la mano al hombre para levantarlo. Ella va en el sentido correcto. 



El invitado




Sergio Antonio Chiappe Riaño, Bogotá, 1972. Químico Industrial, Poeta y Fotógrafo. 

Su quehacer poético ha sido divulgado mayormente en las redes sociales, participando en diversos grupos y espacios conformados de manera virtual.

Asistió al Taller de Poesía del Gimnasio Moderno (Bogotá, 2012) orientado por el poeta Miguel Méndez Camacho. 

Algunos de sus poemas hacen parte de las siguientes publicaciones:

La luna en verso, antología poética, El Torno Gráfico Ediciones, Granada, España, 2013.

El rayo que no cesa, antología poética, Editorial Cuervo de papel, Bogotá, Colombia, 2013

Revista Nacional de Arte y Cultura Suenan Timbres, No 5, Ediciones Corporación Colectivo de Artistas Luis Vidales, Bogotá, Colombia, 2015

Participó en los programas de radio emitidos por la emisora Punto y seguido de la ciudad de Miami, sobre el boom de la poesía en las redes sociales en latinoamerica, también hizo parte del V Festival de Poesía y Narrativa Ojo en la Tinta y del V Encuentro de Escritores Fuerza de la Palabra, ambos realizados en la ciudad de Bogotá.

Autor del poemario El árbol de los ahorcados (Rosa Blindada Ediciones, Cali, 2017). Este libro obtuvo reconocimiento en Lima. Perú en el año 2018 al serle otorgado el Fajín de Oro por la Casa del Poeta Peruano y la Revista Olandina. 

Ha organizado lecturas en distintos escenarios de la ciudad de Bogotá con el Colectivo de Poesía La Comunidad del Megáfono. 

Coordina el blog de poesía Claroscuro.

Actualmente reside en la ciudad de Neiva. 


martes, 18 de octubre de 2016

Rosa Emilia del Pilar Alcayaga Toro. Los poemas

Por eso me lloro

La distancia deshace el olvido
acerca las lágrimas
roza las vidas quietas
espeja sólo remedos de mi misma
no soy yo... reclamo suspendida
por eso me lloro presente
desde un andamio trizado

atravesé mares disfrazada de heroína
elevé plegaria sulfúrica
vociferé ardiente
en la cima de una ola
levantando muertos gloriosos
con tiza púrpura

hoy no encuentro la voz
callada no me entiendo
cobijada entre fantasmas, inexistente
intento levantarme
sola...sin dueños

alejada de consignas
pretendo derribar amuletos
símbolos cartesianos
idolatrías emergentes
busco canciones precisas
y me conmisero
asustada de los escondrijos
que atacan desde tablados
construidos en espacios ilusorios

vacía de años pretéritos, sola
en medio del desastre
que fundó la muerte
acomodo mis lágrimas, mis arrugas
en decrépita maleta torpe
de pirausta muda sin alas
descolorida.

De Maldito Paraíso




Fragmentos (algunos de ellos son inéditos)

1.

Dentro del cuerpo un tren
Corre en sentido inverso
No hay rieles ni paisaje
Solo un gastado itinerario
En una esquina de la memoria

                                                  2.

                                                  Me fui
                                                  Una noche de invierno
                                                  Caminando
                                                  Por el filo de una navaja.



3. 

Ha quinientos años recuerdo cuando a los veinte
Penetraron en mi cuerpo buscando enemigos
Cientos de hombres blancos desconocidos
Acostándome a la fuerza
Herraron en mi frente las iniciales E.V.A




                           
Trilogía arbolaria

I

Cuando el árbol llora
Sólo un montón de hojas
Acude en su auxilio

                              II

                             El árbol pregunta al espejo
                             ¿Por qué solo frutos secos?

Del libro Escaparate




Mermelada de mora sin clavos
                                                                                              (poema-carta)

querida hija
mientras tú me escribes de ponceos y etiquetas
besándote de mentira con el primer gandul cibernauta
atravesado en tu pantalla azul de niña efervescente
aquí tu padre manda botar a la basura toda la mermelada de mora crucificada
de clavos de olor porque a él que es un macho de pelo en pecho no le gusta
me cuentas de tus clases de Género
si las entiendo
pero el día a día hija
yo
tu madre
me acuesto sin resolver aquello elemental como decir no quiero y grito
desde una puerta enrejada entre sábanas mortuorias
dispuesta a evadir ese hedor insoportable del semen diario y tu padre
descerraja su bazuca contra mi cara rellenando mi boca
al estilo redtube
espero que nada te pase, yo acá revolviendo una y otra vez
mermelada de mora sin clavos
buscando una fórmula
por favor trata de mandarme los apuntes de la profe
cuando te enseñe
a emanciparte
besos
tu madre

PD: no te olvides hija, a las legumbres no debes echarle sal mientras se cuecen.

Del libro Maldito Paraíso


                                                   Rosa Emilia del Pilar Alcayaga Toro


Niño con ocho balas en el cuerpo


lunes, 17 de octubre de 2016

Rosa Emilia del Pilar Alcayaga Toro. La entrevista.

Rosa Emilia Alcayaga hurga en las entrañas de la poesía, encuentra la desolación, se encuentra con una mujer postrada en su silencio. Rosa Emilia le ofrece su voz, su grito, sus lágrimas, sus manos. La poeta la enseña a levantarse.

Ella se unta de calle, camina al lado del obrero, del oficinista, del estudiante, de la secretaria, de la mujer que vende dulces y cigarrillos,  de la ama de casa.  Su poesía habla de dignidad.

Bienvenida Rosa Emilia  Alcayaga a las páginas de Claroscuro.


* ¿Qué papel juega la poesía en tu vida?

Esta es una pregunta que me proporciona la excusa perfecta para hablar desde mi vida.
Aprendí a dormirme con la poesía. Mi mamá que quiso ser profesora normalista tuvo que dejar sus sueños e ir a trabajar para ayudar a su madre a sostener la casa con seis hijos a cuestas porque su padre murió a los 40 años de edad, allá en el sur de mi país, en la localidad llamada Lautaro. ¿Qué quiero decir con eso? Que mi madre fue una lectora impenitente y que sus sueños la llevaron a soñar con la poesía. Entonces en mis noches, a la hora del sueño, ella me iba leyendo verso tras verso los poemas de Ruben Darío, versos que yo debía repetir hasta que durmiera.
La poesía desde entonces forma parte de mi vida.

Llega la adolescencia y en mi obstinación quise abandonar ese camino y dedicarme a la ciencia. En mi rebeldía entré a militar en las Juventudes Comunistas cuando lo de Allende y abandoné todo para ir a las calles a construir el nuevo mundo. Me gustó la Violeta Parra porque la gente la llamaba loca. Ya de grande, y por supuesto rebelde, leía a mi mamá las Odas elementales de Neruda y ella, que adoraba a Ruben Darío, me decía: "eso no es poesía".
A la distancia puedo concluir que me siempre me sentí como una abogada de causas perdidas.

Trascurridos cuatro años desde el golpe de estado me fui a Ecuador y allá estudié periodismo. Trabajé en Guayaquil y obtuve un premio como periodista de radio. Cuando regresé a Chile (1988) seguí por ese mismo camino: varios años como periodista y varios despidos sobre mis hombros.

Me quedé sin trabajo, sin horizonte y con una depresión desconocida. Fue mi psiquiatra quien dio su consejo, me dijo: "escribe", "anda a un taller de escritura" En medio de aquella crisis la vida me tendió una mano y fue así como llegué a mi primer taller ya mi primer maestro,  el poeta Gonzalo Millán y al taller que él impartía "Autobiografía y alquimia". Este taller era gratuito pero uno debía postularse. Por fortuna quedé.
Cuando publiqué mi primer y único libro de relatos, siguiendo las coordenadas del taller, sentí que volvía  a la vida. Aún sin trabajo. Pero sentí que no era un desecho. Que ahí estaba yo.

Me gustó esto de los talleres y me recomendaron a una poeta con muchos merecimientos que hacía sus talleres en la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), ella se llama Alicia Dauvin del Solar. Con ella volví a encontrarme con la poesía.  Y, desde ese instante, nunca más la abandoné. Me acuerdo que el primer poema de mi primer y segundo libro de poesía surge cuando Alicia en su taller nos dio el pie forzado y nos dijo piensen en Dios.  Así nació este poema:

pssst
¡tú!
¿eres dios?
he venido
a devolverte
la costilla.


*¿Por qué escribir poesía?

Es indudable que la poesía es un espacio de libertad y en ese espacio uno se lanza a la aventura de volar, en donde como seres humanos revelamos aquello de lo maravilloso, con sus luces y sombras  que conforman nuestro "estar" en esta tierra y en este universo. No por casualidad digo "estar", puesto que, desde un punto de vista de la filosofía, más allá de la abstracción del ser; es sentir a través de la poesía como contribuimos en ese "estar" en comunidad y en la que todos y todas somos también responsables de una u otra forma.

Y a través de la poesía cuando la poesía es verdadera, y no simple oficio de técnicas más o menos satisfactorias recuerdo lo que dijo el gran poeta mexicano Jaime Sabines, las máscaras se caen, nos permite re-conocernos en nuestra desnudez, creo yo, para sentipensar, así como dijeron unos pescadores de la costa colombiana: "Nosotros actuamos con el corazón, pero también empleamos la cabeza, y cuando combinamos las dos cosas así, somos sentipensantes", lo que el escritor uruguayo Eduardo Galeano sintetiza en dos versos geniales:

"¿Para qué escribe uno,
si no es para juntar sus pedazos?"


* La poesía ¿Construye y forma seres humanos, construye y forma sociedad?

No creo en "El" poeta como un elegido. Aquel poeta que se consideraba un dios que, en algún momento, cuando la instalación de la burguesía y la emergencia de la sociedad capitalista destronó a la religión desde el podio del poder y levantó a la razón como ese nuevo dios omnipotente que nos liberaría de la tutela y de la esclavitud de la iglesia, pero que levantaba valores como el enriquecimiento a costa de todo y de todos, el individualismo extremo y el egoísmo, los poetas que, en su primer momento, consideraron necesario ese cambio, fueron rápidamente dejados de lado, ya no servían a los intereses de esa clase en ascenso. Hasta cierto punto el desplazamiento de la religión hizo que las gentes sintieran haber perdido el sentido de la vida, y en ese contexto, es que los románticos proclamaron que la poesía era la nueva religión ( lo dijo Novalis), en cierta forma, en un doble sentido, con ese nuevo paradigma los poetas desafiaban a la burguesía que los había desplazado; y por otro lado, cuando la razón no lograba resolver ese sinsentido, los poetas se propusieron ocupar ese lugar de alguna manera necesario a los seres humanos que nos preguntamos para qué estamos en esta tierra, desnudos como hemos sido arrojados al mundo.

Ambiciosa empresa de los poetas que, por lo demás, estaba condenada al fracaso, al decir de Gutierrez Girardot. Empresa que se decía constructora de mundos, no sé si constructora de seres humanos, porque allá arriba desde el cielo, ellos eran una cofradía que se disputaba a los dioses el poder del espíritu. Una concepción elitista, que respondía a una época determinada que aún ejerce una influencia poderosa, es cuando la poesía adquiere ese estatus diferente, fueron dos siglos desde su emergencia con el romanticismo hasta las vanguardias. El romanticismo, tal como lo dijeran Arnold Hauser y el nobel mexicano Octavio Paz, fue la revolución más importante del espíritu en todo Occidente, cuya impronta nos sigue marcando en muchos ámbitos, sobre todo, en lo que respecta a la subjetividad.

Hoy, al menos es lo que yo creo, somos una mujer o un hombre que, en tanto poetas, hemos bajado del Olimpo como lo escribió Nicanor Parra, y que yo interpreto como el intento de transitar no ya en las cómodas y algodonadas laderas del cielo, sino en las calles polvorosas y ásperas, a veces, hasta hostiles.  Entonces diría de la poesía y nuestro quehacer que el ejercicio de escribir es de todo lo que nos es común y como nada nos es ajeno, ahí está nuestra labor. Estamos comprometidos y comprometidas con el ejercicio de la vida y por qué no de la muerte, que es otra forma de estar en este mundo.


*En tus poemas hablas, denuncias, señalas, pones el dedo en la llaga. De alguna manera, esa voz tuya, fuerte, decidida, ¿te ha marginado un poco, o al contrario, ha encontrado resonancia en el público y entre los mismos poetas?

Antes de responder a tu pregunta, me gustaría decir algo, insisto mucho en eso porque mis amigos poetas, en particular, dicen que mi poesía es denuncia, y yo les contesto que ¡yo no denuncio!, la poesía no es para denunciar, digo yo, (puede ser tema de debate).  Lo que escribo es lo que veo, lo que ocurre y lo que siento, lo que me duele ( ya te lo había dicho anteriormente), los poetas como integrantes de esta gran comunidad de seres humanos nada nos es ajeno, y veo lo que ocurre a mi alrededor y no puedo quedarme callada y si eso impacta ¡bienvenido sea!.

Mi poesía tiene algo de canto. Canto lo que veo y trato de levantar voces que están sumergidas, voces que en la historia oficial eran consideradas irrelevantes. Eso es lo que trato de hacer con mi poesía. En ese sentido mi poesía cuestiona a ese sujeto moderno europeo, racional e ilustrado, que con su discurso totalizante, pretenciosamente universal, se cree poseedor de una verdad absoluta. Confieso que me cuesta arrancar de un tono solemne, me inclino más por el tono discursivo (lo que a mis oídos resulta más sonoro). Creo que mi poesía tiene carácter posmoderno, aprovecho ciertas estrategias artísticas diversas, que como tal, divergen de la institución artística tradicional, soy ecléctica, no me quiero amarrar a dogmas, eso si no me escapo del mundo real, no le hago el juego a quienes quieren separarnos y dividirnos, como no vivimos en una burbuja como escritores y poetas persiste en nuestra escritura las marcas que nos determinan. No te puedo decir que he logrado mi objetivo a plenitud, por lo menos lo intento. Lo que si aseguro es que al menos intento rebelarme y que solo escribo lo que siento, y diría más, lo que me golpea.


*¿Hacia dónde va la poesía chilena?

En mi opinión creo que la poesía vive un momento de quiebre o un punto de inflexión, no solo en Chile, creo que esto abarca todo el continente. Reflexionando sobre lo que en su momento escribió Nicanor Parra en su Manifiesto (1963), que los poetas deben bajar del Olimpo. Bajar de ese altar significa cambiar el rumbo de la poesía, de una poesía para media docena de iluminados, de una poesía hermética, del extrañamiento, de una poesía elitista a una poesía más ¿democrática?, no lo sé, pero al menos más terrenal.

Cada cambio de paradigma en la poesía, a través de la historia, propugna un cambio de lenguaje, porque con el tiempo, este va quedando estrecho.  Ahora basándome en las afirmaciones del poeta chileno Enrique Lihn cuando la emergencia de Nicanor Parra, en nuestro país, la mayoría de los poetas siguió ese rumbo apartándose,  hasta cierto punto de la poética moderna, por cierto nada es puro ni exclusivo.
Hoy, los poetas jóvenes, en su mayoría, siguen por la ruta parriana, a veces extremando sus propuestas, por lo demás, el propio Parra en su poema "Carta del poeta que duerme en una silla" los alienta y escribe:

jóvenes
escriban lo que quieran
en el estilo que les parezca mejor
ha pasado demasiada sangre bajo los puentes
para seguir creyendo -creo yo-
que solo se puede seguir un camino:
en poesía se permite todo.

No obstante, aún quedan poetas de más edad, y otros que no tanto, que todavía rinden culto a las reglas canónicas, porque todavía persiste el gusto por una poesía del pasado, lo que no deja de ser curioso, lo cual interpreto, es que queda el gusto por una poesía, hasta cierto punto, degradada en su composición y contenido como reminiscencia de un romanticismo desvirtuado.

No podemos hablar de posmodernidad a secas, en un continente en donde ni siquiera hemos vivido en plenitud la modernidad, más bien debemos hablar de un complejo de estructuras, formas y sentires que hablan de una "heterogeneidad cultural" en permanente tensión, lo que si pienso, a mi entender, es que la poesía va siempre adelante, por eso sostengo que tenemos al debe la revisión de los paradigmas en los que se asentaron nuestras naciones.

Me parece importante la posibilidad de abrir fisuras como nos plantea el pensamiento posmoderno y escribirnos desde lugares que escapen a esas verdades absolutas que nos han impuesto. Creo en esta tierra llamada Latinoamerica como una sola tierra, más que en la actual dispersión de banderas en que nos han dividido. Creo en una sola bandera en la que nos reunamos todos y todas. Por eso me duele lo que hoy ocurre en Colombia y me sumo a todas y todos los que anhelan que llegue la paz, a no dejarse atrapar por cantos de sirena y no olvidar que siempre hay escondidos, en las sombras, los que desean mantener el statu-quo y pueden provocar un retroceso. La fuerza de esas velas encendidas que he visto a través de las noticias de cientos de mujeres que exigen que la paz llegue hoy, me emociona, y tal como todas y todos espero que este proceso de paz no se ahúme como decimos acá en Chile cuando vemos que algo se esfuma y no se cumple.


*Me gustaría que nos hablaras un poco sobre tu postura frente a la violencia de género.

Ese tema forma parte de una preocupación sustancial y constante en mi caso, tanto desde el terreno teórico como desde la creación poética. Integro el Grupo de Estudios Feministas y Disidencia Sexual de la Facultad de Ciencias Sociales, en la universidad de Playa Ancha (UPLA), en Valparaíso. Me apasiona el tema. No milito en ningún grupo feminista, pero estudio la teoría feminista, la teoría de género, la teoría literaria feminista, y hoy la llamada teoría queer, todas ellas, a mi juicio, son valiosas y provocativas, sobre todo para abrirnos a nuevas perspectivas, a nuevas formas de mirar y de leer que sean distintas, que enriquezcan nuestro modo de pensar, nos abran nuevas ventanas siempre atractivas para una poeta.

En mi libro Maldito paraíso, recojo voces de mujeres, a través de la historia, deconstruyendo los símbolos cristianos y del liberalismo que nos amarran a un destino de subordinación, que corresponde al discurso moderno que tributa al itinerario de dominación patriarcal, creo que desde la poesía podemos ejercer resistencia desde la palabra.

Es una de las temáticas que abordo, no es la única por supuesto. Volviendo a una de tus preguntas anteriores, acerca de si existe rechazo, si nos referimos a estas temáticas feministas, si existe, sobre todo en hombres poetas (y no poetas) de mayor edad y que se sienten incómodos, les molesta se cuestione el rol estatuido y se hable de los sentires de la mujer en esta sociedad y que ESO se diga en la poesía. Algunos disfrazan ese rechazo como un rechazo a la poesía misma, que, según ellos, debe seguir ese supuesto valor de neutralidad por sobre las disputas terrenas, esta división dualista cartesiana que nos persigue. Es distinto en el caso de los y las jóvenes, te escuchan y respetan. No es nada fácil todo esto. A mi entender forma parte del mismo dilema sobre el necesario cambio de la poesía. Por esta razón en mi próximo poemario hago un giro hacia una poesía más social, la verdad, para que no te encasillen, aunque siempre hay un guiño hacia las mujeres.  Desde esa perspectiva y siguiendo las coordenadas de género, considero que ningún pensamiento está desligado de su contexto ni de la subjetividad de cada persona que lo transmite, todos y todas tenemos un punto de vista desde el que nos ubicamos y como los puntos de vista no son neutros es obvio que de esa forma se hace explicito el posicionamiento político de cada cual. Generalmente se tiende a masculinizar los relatos y a tomarlos como universales, es una de las características del discurso moderno que, además, lo eleva a una condición de falsa neutralidad, eso nos lleva a afirmar que todo conocimiento siempre será parcial y situado. Con esto quiero decir que si, mi poesía es política, porque no escribo desde la neutralidad. Si bajamos del Olimpo tenemos que mezclarnos con los transeúntes de la ciudad y en ese transitar escuchamos sus voces. Escuchar esas voces es lo que a mi me interesa.

En el 2015 estuve en Bogotá en un congreso de la universidad Santo Tomás con una ponencia sobre feminismo y religión. Durante esa ocasión tuve la oportunidad de compartir contigo y con varios poetas bogotanos (gracias a la gestión de la poeta bogotana Carolina Garzón (quien hoy vive en Chile) y ella se contactó contigo e hizo posible el que nos conociéramos. En esa ocasión,  hiciste posible que pudiera leer en tu ciudad, junto a ti y otros poetas y esa experiencia fue hermosa.  Me asombró ver en ese entonces la cantidad de gente que se reúne en tu país, en distintos escenarios, para escuchar poesía. Así que sueño con volver a tu país, a tu ciudad y volver a ser parte de esa maravillosa experiencia. Es un sueño, y a veces los sueños se cumplen.

Te confieso que en Chile (que así mismo se denomina país de poetas) eso no ocurre nunca.

La invitada

                                                                          Foto de imagen que dibujó Angelly Aran

Rosa Emilia del Pilar Alcayaga Toro. Poeta por razón de vida. Periodista de profesión. Graduada en la universidad de Guayaquil, Ecuador (1982). Magíster en Literatura, Universidad de Playa Ancha (UPLA), con su tesis acerca de la poesía de Stella Díaz Varín (Valparaíso 2010).

Publicaciones: "Mil veces mujer..." (Relatos 2001, Santiago- Chile); "Escaparate" (Poemario 2003 Editorial Linajes, México D.F); "Maldito Paraíso"(Poemario 2012, Editorial La Trastienda, Santiago-Chile); "a Cristina" (Poemario 2015, Editorial Quimantú, Santiago-Chile); y "Valparaíso ardiendo" (Poema-crónica 2015, Editorial Quimantú, Santiago-Chile). En imprenta mi próximo libro "Electroshock" (Poemario, 2016, Editorial Triángulo, Santiago-Chile). Editora: "Mujeres al desnudo" (Antología 2005, Editorial Génesis, Santiago-Chile). 

He publicado varios artículos acerca de poesía en revistas digitales. Actualmente trabajo, desde hace diez años, como profesora en la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y formo parte del Grupo de Estudios Feministas y Disidencia Sexual de la Facultad de Ciencias Sociales de la UPLA. He participado en diversos congresos y encuentros, nacionales y en el extranjero, con ponencias acerca de la temática de género.

lunes, 10 de octubre de 2016

Alex Roalva. Los poemas

Acunar infiernos

Está tu corazón más hinchado que tu cuerpo,
tu bendito cuerpo, desnuda berenjena.

Canjeás por vida 
los arañazos violentos de la infancia
en tu vientre.

Luego ponés un nombre a lo incierto
y tu vida pendiendo de ese silente latido:
la mordaza exacta para el pecho
y su savia mezclada 
con el rojo marchito
que no armoniza con el cielo que algunas,
con blusas abiertas como ríos,
prometieron alguna vez.

Vas recolectando semillas iluminadas
de todos los incendios
que generan las luciérnagas 
para ponerlos en tu cuerpo,
tu odiado cuerpo, desnuda berenjena.

de noches donde agrios torrentes
se te cuelan en las palabras no dichas, 
y las llamas sacuden tus sueños
como si estos fuesen llantos negros
de carbones heridos, aún existiendo,
-La niña tiene mucho pelo-, dices.

Despertás con mi mano sobre tu vientre,
y esto me parece tan necesario:
acunar al infierno
o hacer dormitar a la fiera sin dientes,
que desde adentro, 
viene arando el último sol
donde se amontonan las mareas saladas
que de vos dependen para estallar;
estallar de tu cuerpo,
tu trasnochado cuerpo, desnuda berenjena.



Diez para las cinco

Escupo a las fuentes de sus zapatos
porque sí
porque sus caminos tienen aguas sucias 
tienden a ser
desperdicio de otros rumbos.

Escupo a los viejos 
y sus camisas manga larga
escupo su ayer
sus cifras del año pasado
su éxito en la espalda de todos
sus salarios
sus aguinaldos.

Faltan cinco para las cinco
que nadie llame
por una puta vez
por hoy
que nadie llame.




Buenas muertas noches y un gato

Recordame el por qué de soplar hacia el mar
y hacer caballos de espuma,
cuando es tarde
y nuestros pechos
y nuestras manos pueden ser raíces de lo infinito.

¿Es esta la muestra de una oración
que no llegó a doblar mis rodillas
o es sólo un invento tuyo
para anclar mi sombra a tus infectados desiertos?

Tal vez sea mucho pedirte
que no me nombrés a la hora de la noche, porque este giro de piel,
este pellizco de tiempo,
se retuerce como un gato envenenado
con tu cara brotando como espuma
entre los colmillos.

Y vos cantás esos "padres nuestros"
que al único oído que llegan
es al del prisionero que se acuesta con vos,
ése que todas las noches te pide que le recordés
el por qué de soplar hacia el mar.

Ya luego dormimos,
nos amamos
o eso parece que sale de nuestras bocas,
de nuestros colmillos,
de nuestro veneno.

Y sí, me callaré.

Entonces sigamos matando desde nuestras espaldas 
a todos los días,
que todo lo bello muere en vos.



Atrapasueños

Creo que me estoy adueñando del olvido
y de sus golondrinas, vacías de camas.

Entonces,
diariamente suelo encerrar una mosca en un vaso,
y ella nunca entiende ni aprende,
yo no la quiero,
sólo juego con ella.

Antes de subir,
parece tener un buen plan,
frota con aire de victoria sus patas.

Supongo que sus alas ronrronean dentro del vaso
como un motorcillo ahogado en esperanza.

La mosca sólo ve lo lejano,
como si esa eternidad
con que la preñan los atardeceres
a las pupilas,
alcanzara para calentarse por la mañana.

Puedo apostar mi vida 
que ella no sospecha mi mirada seca sobre sus alas
y sobre el pequeño abismo entre ellas.

¿Podrá sangrar hasta herirme el pecho?

¿Sabrá gritar o llorar?

¿Está frotando su cabeza,
por saberse presa de una araña
que atrapa sueños como moscas?

Me recuesto sobre el sillón,
froto mi cabeza y mis ojos desesperadamente,
mi corazón ronrronea,
alcanzo a mirar el horizonte
y su mano de gato naranja.

                                                    ¿Quién me encerró en este vaso?





* Mi primer poema. Lo pongo únicamente porque lo he citado anteriormente.



Vértice del recuerdo

Tú eres la ventana incendia
mi llegada de sombras.

Tú te disfrazas de múltiples savias
para nutrir esta humedad 
y ser únicamente cielo.

Ahora que mis caricias se deshilan
sombra a sombra,
siempre tan acalladas
en la palpitación irremediable
del cristal de tu vientre.

Hoy serás el signo inerte en mis venas,
vertido desgastadamente
entre el recuerdo
de este piano que en mi garganta
aún golpea las oquedades
de nuestros labios.


                                                                                    Alex Roalva

Alex Roalva. La entrevista

Alex Roalva conversa con el desparpajo de un poeta sin ataduras. Sus respuestas  pueden a primera vista ser fuertes (y lo son) porque provienen de una persona que ha tocado fondo y desde allí grita la oscuridad del mundo.

Sus poemas hablan de hombres y mujeres, de soledades, abismos, encuentros, apegos, de las limitaciones del tiempo y de las limitaciones del alma.

El poeta escribe. Esa es su manera de encender las luces.

Bienvenido Alex a las hojas de Claroscuro.

*¿Cómo fue tu encuentro con la poesía?

Me gustaría decir que nací para esto de escribir poesía. Decirles que a los cinco años empecé a escribir mis primeras letras, que cuando veía un atardecer lloraba, pero no, mi encuentro con la poesía fue de momento, un despertar de golpe.

A los catorce años, una vez, sentado en la oficina de mi padre, en un periódico de mi país, pude ver un anuncio sobre un taller de literatura impartido por Julieta Dobles. Laureano Albán y Ronald Bonilla.  Me interesó de inmediato, llamé y les dije que yo tenía un talento extraordinario para la poesía, que era el testículo derecho del mismísimo Dios al escribir. Quien contestó en ese momento fue Julieta, noble y de altura intelectual, no se dejó opacar por mi cuento de hadas maniatadas. En ese momento me senté a escribir mi primer poema llamado "Vértice del recuerdo" -ahí lo pondré, lo compartiré sólo por referencia-. En ese momento solo sabía que la poesía se escribía en versos, que se ponían palabras en fila hacia abajo, que era de amor (la estupidez siempre asume eso) y que debía llevar un título, es decir, debía ser como veía uno las canciones en los libretos de los discos de música. Así hice mi primer poema.

Debía llevar un aproximado de 20 fotocopias, además de algún producto alimenticio para compartir, yo decidí llevar un vino tinto de caja (el del abastecedor era amigo mío) y mis cigarros. Luego de escuchar un par de poetas, entre ellos a Ronald Campos, un excelente poeta, llegó mi turno, no sabía cómo mierdas leer el poema, temblaba la mano que sostenía el papel, tenía una presión en mi pecho digna de un infarto. Leí, leí como leen la biblia en las iglesias, rápido, sin sentido alguno; Laureano tomó el poema, lo leyó, ¡fue tan diferente!, todo sonaba mucho mejor, hasta lo patético, hasta lo mal escrito, hasta lo bello sonaba más bello aún.

Luego de críticas, unas fuertes y otras nobles y cálidas, mi poema fue el punto de partida, fue, en palabras de Laureano "Un poema publicable". -Mi primer poema publicable-me dije. Después de ahí no existió nada más, así, como quien no busca el amor y termina al final, buscando un arma para acabar con la soledad, la poesía me encontró, buscó entre los desdichados más ineptos, torpes y autodestructivos, y me encontró.  Por lo visto, la poesía también se equivoca.


*¿Qué es ser poeta?

Ser poeta...¡Ah maldita ironía del ego mismo!
Ser poeta no es un estilo de vida, quien diga eso, o te quiere engañar para hacerse ver mejor de lo que es, o te quiere coger.

El poeta, por naturaleza, ¡oh sorpresa!, no es más que cualquier persona, un tipo o tipa escribiendo poemas, que no todo el mundo puede hacerlo, estamos claros en eso, pero no cualquiera hace el muro de una casa. No cualquiera hace la costura de los zapatos. No cualquiera puede hacer una instalación eléctrica. En fin, sabemos de sobra que muchos intelectuales de bolsillo han querido meter al poeta en un nicho incomprensible e incomprendido, y hasta sabemos que muchos quieren llegar ahí, quieren ser vistos como los eternos malditos.  Ellos quieren ser poetas malditos, quieres ser leídos con el asombro de mentes pequeñas, abrumadas por el talento odioso de un mal innecesario. Ellos quieren ser Bukowski, pero, ¡vamos seamos serios! Hasta Bukowski quería ser Bukowski. No hay ninguna novedad detrás de un poeta que juega al incomprensible dios de los versos y sus cigarros, drogas y alcohol, están también los que detrás de su baja estima propia, se meten en mundos de letras y cada vez que conversan con otra persona, sacan las mejores frases dichas por otros escritores, mostrando qué tanto leen y qué tan poco criterio tienen ante las situaciones.

Muchos, demasiados tipos de poetas , así como muchos tipos y clases de personas, de ahí la riqueza del estilo propio. De ahí el abanico amplísimo de estilos y tendencias.

¿Qué es ser poeta? Ser poeta es escribir poesía. Todo, absolutamente todo lo demás, es pura pose añeja y oxidada.



*¿Cuál consideras es la importancia de la poesía?


La poesía, una diosa que nos elige de entre tantos y tantos aspirantes que desean el rubro de la decadencia en sus vidas, tiene la mayor trascendencia a nivel de comunicación, esta, va más allá de la retina o del oído, esta es un martillo violento hostigando los pechos de las personas que le siguen. La poesía, en sí misma, es un ser dulcemente tenebroso que entra caminando en silencio pero golpeando los muros de la razón, y su importancia es la acción que aún no se ha dado, esa que se nos escapa de las manos con cada recital donde le poeta quiere figurar por encima de la poesía; la expresión urgente del alma, por todos y para todos. Esa es la importancia de la poesía.


*¿Cómo es la relación Poesía-Dios?

Creo que es la pregunta más sencilla para mí. Aunque a mis catorce años era católico, dirigente pastoral y luego catequista de confirmación (anduve en malos pasos en ese entonces), ver desde adentro la farsa risible de la religión, y además, tener el conocimiento de lo que es, me llevaron a la decisión de no creer en la existencia de un dios, y no por la religión, si no, por la respuesta ausente de este supuesto ser ante el mundo.

Así que, ningún dios tiene relación con la poesía, de ser así, y si pudiera elegir, preferiría a Dionisio.


*¿Cómo es la relación Poesía-Amor-Sexo?

Acá entramos en otro asunto, esto es real, tangible, palpable, lamible, penetrable y doloroso en cualquiera de los tres casos. Acá estamos frente a la verdad.
El primer poema de todo poeta será siempre de amor/odio, con rencor adolescente y amor estúpido y desvelado. Será este poema la marca de agua para toda una eternidad en un estilo que un poeta adquiere, así como el primer amor, el primer poema deja huella, se nos clava en el pecho y suelta su gusano insolente que crece.

El sexo relacionado con el poema sale tarde en muchos casos, primero debemos librarnos de la idea del poema, la novia, la eternidad y la mierda completa que puede ser este ritual de suicidio a punta de estupidez, pues bien sabemos que los primeros amores son torpes, enérgicos si, pero torpes hasta decir basta, al igual que los poemas.

Como en el sexo, el poema puede ser peligrosamente precoz, descuidado y egoísta, puede ser despreocupado e irritable, o bien puede ser aburrido, estrictamente metódico , limitado de expresión real y vivacidad. Se penetra la mente del lector o escucha, se les hace vibrar o morir del aburrimiento.
Sexo, amor y poesía más de la mano no podrían ir, la una no podría existir sin la otra, un mensaje de texto podría ser un mal poema con excitante desenlace de desnudez, por otro lado, un poema completo, de gran extensión y cuidado en estilo y demás, podría ser el asesinato premeditado de una buena revolcada o de un dolor interminable, de esos que dan vida, de esos mal llamados "amores".



*¿Qué palabras trazan el mapa de tus poemas?


El mapa de mis poemas... Pienso en las veces en que mi mente viajó a lugares donde yo estuve alguna vez, desmoronado, adolorido, sonriente, feliz o sencillamente sin existir, cada vez que escribo, tanto la verdad vivida como la mentira por vivir, se vuelven una sátira asquerosa que me secan la garganta y hacen temblar mis manos.

Escribir dejó de ser un ejercicio, me es necesario además de natural, cuando no escribo, pienso poemas que no saldrán nunca a la luz, abortos negros de sentimientos y criterios que me lloran en el oído y les asesino de olvido. Así se me hace la poesía, se me hace cotidiana. Esa es la palabra que traza mi poesía: cotidianidad.

Yo no escribo para intelectuales, a esos no se les queda bien nunca. Ellos se masturban con sus textos y no existe nadie más que tenga la razón o la belleza en sus manos, solo ellos. Yo escribo para cualquiera, para el cualquiera, para el supuesto "Don Nadie", para ese que puedo ser yo mismo.  Yo escribo para los que no piden cuota de agradecimiento por su existencia, para esos yo escribo. Mis poemas nunca serán el ejemplo de una estructura clásica, escribo lo que siento, como lo siento y pensando en quienes sienten como yo; ese obrero, esa mesera, microempresaria, doctora, abogada, empleada doméstica, en fin, escribo para no quedarme callado, de ahí que la cotidianidad es la que da de comer al mapa de mis poemas.


*¿Hacia dónde va la poesía?

Tiendo a ser pesimista en todo. Autodestructivo, como lo dije con anterioridad. Si embargo la poesía, al igual que los demás géneros de la literatura, van en franco crecimiento, no es casualidad el ver cadenas de librerías creciendo cada día más. Que lo que mas venden es literatura mierda, pues sí, efectivamente, pero me gusta creer que es el inicio para alguien que luego sentirá la necesidad de indagar en literatura mucho más específica y pensante. Me gusta creer que quienes leen a Coelho, tendrán la oportunidad de sentirse inquietos ante un libro de Saramago, o un poemario de David Monge Arce, o un poemario de Cristian Alfredo Solera, Soren Vargas, Kafka, Laura Quijano (David, Solera, Soren poetas ticos; Laura Quijano Vicenzi novelista tica), en fin; me gusta creer que saltarán de pronto a un mundo nuevo, que tuvieron el entrenamiento de leer lentamente para prepararlos a entender algo un poco más elaborado.

Ahora, no sabremos hacia dónde va la poesía si el poeta no sabe hasta dónde quiere llegar o si solo quiere llegar a ser un premio de literatura, y ya. No sabremos el camino trazado si el vehículo que somos para la poesía, no se esfuerza por ser algo más que una puta para los intelectuales de cada uno de nuestros países.

La poesía es un dios maldito, ¡una diosa!, la poesía es también un maldito demonio. Necesitamos sacarlo a la calle, venderlo, negarlo tres veces y que lo crucifiquen, necesitamos convertir a la poesía en un mal necesario para todos, y comunicarnos con todos, dejar de masturbarnos con nuestros versos y permitir que alguien externo lo haga, debemos dejar de declararnos poetas y esperar a que los demás nos invoquen como tales; debemos mandar ese ego a la puta mierda y caminar silenciosos, como quien entra a un templo, pero explotando de fe y esperanza de que algo sucederá.

Debemos ir a fábricas, parques, parqueos, buses, taxis, bares de mala muerte (no reguetoneros por nuestra seguridad), debemos unirnos y hacer chivos con bandas de rock, ¡con todo!, debemos llevar la poesía donde debe llegar: a cualquier oído, a cualquier retina, a cualquier mundo que lo necesite.
Decía una vez que el poeta que crea que con su poesía está cambiando al mundo, está totalmente equivocado, pero el poeta que deja de creer esto, está totalmente perdido. Sin más, ¿Hacia dónde va la poesía?  Mi respuesta siempre será la misma: hacia donde sea necesario, sobre todo, si es hacia esa persona que no sabe lo que es la poesía, esa persona que es como fuimos nosotros alguna vez.

Costa Rica, San José.
domingo 9 de octubre de 2016
Alex Roalva. Poeta Costarricense.

El invitado



Alex Roalva poeta costarricense que a sus 14 años inicia en el mundo de la poesía ingresando al taller de literatura de El Círculo de Poetas y Escritores Costarricenses, en el cual conoce a Laureano Albán, Julieta Doble, Ronald Bonilla, Ronald Campos y Cristian Alfredo Solera, grandes poetas de Costa Rica.

Abandona sus estudios de secundaria debido a una fuerte adicción a las drogas, hasta llegar al termino de utilizar disolvente o pega para drogarse, claro está, a falta de dinero lo que pudiera meterse sería lo mejor.

Al salir del colegio labora en una gran imprenta, una muy reconocida a nivel latinoamericano, en la cual trabaja en un horario de siete de la mañana a ocho o nueve de la noche, haciendo descarga de rollos y rollos de cartulina, lo bueno era que daba para el alcohol y las drogas.

Entra de lleno a la iglesia católica, surgiendo como una joven promesa de la guía necesaria a los demás muchachos. Ahí conoce la hipocresía de las religiones, la inexistencia de todo dios y la poca importancia que tienen los demás ante los ojos de los religiosos que sólo se dedican a orar.

A los veintidós años crea y es director del grupo Los hijos del barro en Tejar del Guarco, Cartago, el cual fue un taller que nace por la necesidad de varias personas que como él desconocían la poesía pero querían intentarlo. Tuvo a varios jóvenes en este taller, los cuales no pasaban de una escolaridad de primaria y los llevó a ser un grupo reconocido en la provincia, presentando sus proyectos en varios espacios culturales de Cartago y llevando a estos muchachos al conocimiento de la poesía.

A los 25 años saca su primer poemario llamado Andamios de confesión, donde expone una poesía seleccionada desde sus 14 años, en el cual, incluye su primer poema escrito "Vértice del recuerdo".
Tiene varios recitales con artistas reconocidos , y en el 2010, un grupo de músicos costarricenses se encarga de hacerle un homenaje en vida.

A sus 35 años, retoma sus estudios de secundaria, siente pena de su verdad y sigue escribiendo, ahora con bellas interrupciones de sus dos hijas y su esposa.

Pueden visitar:

http//alexroalva.blogspot.com
En Facebook, Twitter e Instagram como Alex Roalva.


miércoles, 5 de octubre de 2016

Mónica Mera. Los poemas

Te amo

Te amo
lo sabe el mundo
esta tarde en que me nombras
meridiano
y doy vueltas el globo
con la cara
para acercarme a tus orillas
bañadas de las profundas aguas del océano.

Te amo con señales de faro
con letras de arenas
pegadas en los dedos
saludando entre la gente
que te despide cuando
tantas veces te marchas
a buscar esos barcos
en los que tú crees te hallas
y no te encuentras nunca
entonces me llamas orilla y me besas.

Te amo cada vez que regresas.



Se olvidó las llaves
un secreto resguardado
con metal que quedó ahí
al descubierto
como si alguien pudiese adivinar
qué puertas abren.
El buzón
las oficinas
el departamento.
Su casa.
Cada mundo cerrado
hasta que recuerde
que en la casa de la amante
tiró las llaves junto al cinto
en tanta prisa
por sus trámites.
Ahora ve puertas cerradas
y se detiene a buscar y buscar
entre sus ropas, en el auto,
en el camino.
La mujer,
que encontró el manojo en el suelo
se lo cuelga en la cintura
y camina para recordar el tin tin
de él cuando llegaba
y su apuro por irse sin un beso.
Y entonces arroja el manojo
por la ventana.



Pecado

Aquella pequeña ingenuidad
que nos asalta
a pesar de los años.
Ese sublime momento
de la entrega o de la duda,
en el sonrojo que delata
el aletear de mariposas entre la sangre.
Tardes o noches memorables
donde la piel se pasea por el fuego
y se refresca
y nosotros somos tan puros
de pecado.



Me levanto de mujer
me visto de trabajo
me perfumo de estrellas
me maquillo de guerra
me pongo aros
me peino lacio
me miro apenas
me hago cargo del corrector de ojeras agotado
me busco pelos
me pongo anteojos
me digo un poema
me nombro
me enojo
me pongo un delantal
me pongo un gorro
me visto de calzas
un accesorio para cada día
me transforma.
Me desvisto
y desnuda
soy una sola.


                                                                                          Mónica Mera

Mónica Mera. La entrevista

Mónica Mera lustra el tiempo: los segundos, los minutos, las horas, los días; instante a instante la vida. Encuentra la poesía en la mota de polvo que eleva el viento, en el zapato, en la huella. En la piel, en la exacta piel que se entrelaza y se vuelve prolongación de ella.

La misma Mónica misma lo dice:  su voz a veces grita, a veces es murmullo.

Bienvenida poeta a los espacios del Claroscuro.



*¿Qué encuentras en la poesía?

La poesía es una de las formas de sentir lo cotidiano, te atraviesa y te transforma, encuentro en la poesía lo sublime y lo dramático. Hay momentos en que todo se traduce en poesía. Leer un buen poema es desgarrador y al mismo tiempo sanador. La poesía es una forma de vivir. Tan simple y maravillosa como una flor silvestre que encuentras en el camino. Desprovista de lujos tiene la presencia de lo más querido.


*¿Cuál es el tono, la voz de tus poemas?

La poesía crece y se transforma en mi interior y cambia la voz, a veces delata la bronca que me produce lo social impuesto por un sistema injusto y deshumano, otras veces tengo la voz plagada del erotismo de un amante sediento, o de pronto es el grito de una mujer enamorada, o el llanto de una persona que ha perdido a los seres que amó. Mi voz es femenina, es mi voz, la que soy.


*¿Cómo crees que debe compartirse la poesía, en voz alta, en silencio, o ante un pequeño auditorio?

Hay un momento en que la poesía aparece por sí misma, puede ser un momento íntimo, o en una charla con amigos y entonces ella se para allí y te mira profundamente a los ojos. En los programas radiales yo suelo recitar poemas durante la emisión, y puedo ver como se produce en medio de un silencio profundo entre la gente que está en el estudio, una reacción mágica y envolvente. Una vez me ha dicho un invitado que se sintió exorcizado por la poesía, esa es la palabra que la define.

Hay sin embargo reuniones de poesía preparadas con mucho trabajo donde escuchas poetas y te vas sin ver la poesía y la sensación es de tristeza. También hay poetas que te pueden dejar pasmados y quieres oír más y más. Y si hablamos de grandes auditorios te podría decir que admiro mucho a los poetas árabes, y me conmociona pensar como Mahmud Darwish llenaba estadios con gente ávida de escuchar sus poemas. Aquí nos reunimos a escucharnos entre nosotros los poetas, pero creo que también deberíamos seguir trabajando para que nos escuche la gente que no escribe y que le pueda servir a ellos. Hay poetas que recorren las escuelas en un trabajo de interacción con niños y jóvenes con resultados óptimos, de todas esas maneras se puede disfrutar la poesía entre las personas.


*¿Para qué la poesía?

La poesía es transformadora, la palabra lo es y la gente ve de repente cosas que no había percibido y cambia su modo de pensar o siente que alguien pintó un sentimiento exacto de su propia vida y encuentra respuestas a sus dudas.  Una poesía puede enamorar, curar, o despertar un sentimiento nuevo. La poesía te detiene y te hace pensar en lo verdadero.
La poesía debería existir en todos lados, en los carteles del super, en las calles, en los atados de cigarrillos, en los paquetes de caramelos, en las etiquetas de la ropa, en los boletos del metro. Creo firmemente que seríamos mejores personas si leyéramos más poesía.


*¿Qué es y qué implica ser poeta?

Ser poeta es estar en otro plano distinto al comercial y mirar el verdadero valor de las cosas.  También es ser serio no solo poner el cuerpo para escribir sino prepararse para ello, estudiar, cuidar la obra, podar, y esmerarse en encontrar la palabra justa que cierre perfectamente el poema.  La poesía es un acto creativo y el poeta debe ser responsable con su obra.


*¿Influye la poesía en transformaciones sociales?

Claro que la poesía influye, es casi una religión porque se llega a un nivel de espiritualidad mística donde uno es capaz de despojarse para entender la vida misma, los fenómenos naturales, la maravilla de lo que realmente tiene valor que es el ser humano por sí mismo más allá de un gran sistema que ha corrompido a la sociedad logrando que se sienta vacía cuando no tiene los lujos de moda y ha cambiado las metas, la poesía es un acto verdadero de transformación social.


*¿Cómo fue tu encuentro con la poesía?

Mi madre descubrió un poema mío a la maestra, a los diez años, y me acercó a mi primer libro de poemas: Las Rimas de Bécquer, desde allí no he parado de leer y de escribir, con el aditivo de esta necesidad mía de difundir autores con tanta pasión que ha veces me he olvidado de mi misma.


*¿Cómo ha sido y cómo es la voz de las mujeres en la poesía latinoamericana y argentina?

Las mujeres, que tanto estamos luchando desde hace mucho tiempo en defensa de la agresión de este poder masculino que nos sofoca en estos países latinoamericanos, hemos alzado el cuerpo y la voz para defendernos y defender la integridad de nuestros hijos, con una bondad asombrosa y una fuerza increíble.  Aunque el tener que mantener nuestros hijos nos aleje muchas veces de nuestras casas donde nosotras necesitamos resguardas nuestra femineidad adornando y embelleciendo y encontrara la paz de la lectura y de la escritura, cosas que nos cuesta gozar en estos días. Así es la voz de las mujeres, por un lado la denuncia y el grito, por otro lado la belleza y el adorno natural de su ser mujer, todo eso en la poesía, y la valentía de expresión, así este último tiempo las mujeres se han destacado con una literatura llana y despojada, clara, madura y fascinante y por la difusión de las redes sociales se conoce una cantidad notable de mujeres escritoras y talentosas no solo de aquí y de Latinoamérica en general sino de todos los países.


*¿Cómo nacen tus poemas?

Una buena parte de mis poemas nacen de las imágenes, tomo una que me impacte y escribo sobre ella, es como un juego que se convirtió en práctica diaria y me atrapó porque de cualquier imagen al azar nacía alguna vivencia propia.  Otros nacen de una palabra que me golpea de repente, o de una situación que miro y que me impacta.  El poema me toma y yo debo responder de inmediato.
A veces voy conduciendo, entonces paro en un costado y escribo esa idea.  Porque sino se va para siempre.


* Por lo general los poetas nos casamos con alguna o algunas palabras en particular y sobre ellas construimos nuestra obra, ya sea por su fuerza o su simbolismo. ¿Cuáles son esas palabras a las cuales recurres?

Hay siempre una fuerza que percibo en la creación de la poesía, un misterio en la presencia intangible de seres amados, me parece que el amor me trae la poesía aunque esté llena de ausencias, el amor llega como algo propio que crece dentro de mí.  Las palabras que se me vienen en este momento como recurrentes son Piel (la piel de los que amo), Casa (el lugar que habito). Amor, hombre, soledad, caricia, mujer - Por citar algunas palabras, pero hay muchas- Hay lugares inolvidables que me trae la poesía, hay personas a las que admiro y que están en la poesía. Y hay gente a la que observo y quizás no las conozco y también se hacen parte del poema.  Me conmueve la maravilla de vivir.


Sergio, este paso por tu mundo, por ejemplo, este acercarnos y que te hayas interesado por la obra de tantos poetas me hace admirarte y te agradezco mucho por tu gentileza.


La invitada




Mónica Mera (1963). Nacida en Termas de Río Hondo, provincia de Santiago del Estero, Argentina y radicada en Tucumán desde la década del noventa.  Es poeta, periodista y conductora radial.

En su trayectoria como poeta publicó los poemarios Poemas Sol y Amor (1992),  Poemas al Óleo. y El diario de los amantes (2015)

Obtuvo el primer premio de poesía en el Encuentro Nacional de Poetas Termas de Río Hondo (1990).  Publicó la obra Poemas y Cuentos en el periódico La Gaceta , en el diario El Siglo y en el diario Democracia en La Cultura, de Córdoba, Argentina.  Participó de la primera muestra de Escritores Tucumán Literario 2002.  Fue secretaria de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) filial Tucumán, 1998-2001, vocal de SADE central Buenos Aires y delegada plenipotenciaria del a Provincia de Tucumán, 1995-2001.  Es organizadora y conductora de Encuentros Latinoamericanos de Poetas Termas de Río Hondo, por 20 años consecutivos.

Como periodista, fue pasante de la corresponsalía del Diario La Gaceta, en Termas de Río Hondo y colaboradora del diario El Liberal, de Santiago del Estero.  Se desempeñó como corresponsal de radio El Mundo de Buenos Aires en Termas de Río Hondo, por el programa conducido por Lionel Godoy.   Fue designada presidente de la Asociación de Escritores Argentinos (ADEA) en Termas de Río Hondo.  Jurado de diversos eventos culturales, Juegos Florales Municipales y el Concurso Literario de la Citrícola San Miguel, en 2000.  Presentó la ponencia Escritores Vs Críticos en el Encuentro Inernacional de Iguazú 2004.  Desde el año 1999 produce y conduce programas culturales  Poesía a pesar de todo y La Palabra Mágica en radio Universidad.  Desde el año 2000 fue productora y conductora del Programa Cultural Poemas de Radio, en Radio Milenium, en Radio Universidad, y en radio Del Jardín, Yerba buena, desde donde entrevistó a distintas personalidades de la poesía local y nacional así como también internacional mediante videoconferencias.

Es fundadora del grupo Poemas de Radio en Facebook donde se agrupan 6000 integrantes de todo el mundo.  Realiza tertulias literarias en distintos puntos de la provincia con amplia participación de personalidades de la cultura del Noroeste argentino.  Su poesía ha sido incluida en la antología poética Todo el país es un libro, en proceso de edición, y en la antología española La luna en verso publicada en ocasión del evento La Noche en Blanco de Granada, celebrado en la ciudad de Granada, España en 2013 y cuya compilación fue realizada por el poeta granadino Francisco Acuyo Donaire.